En el trailer del Hibrido (un antro en de la Zona Rosa) comenzaron los bailes, las porras y los gritos de “viva la diversidad” con el fin de exaltar el animo de los asistentes. Conforme pasaba el tiempo la gente se seguía acumulando y la desorganización se hacía evidente, los contingentes se revolvieron y la reina del año anterior, Rocío Banquells, estaba “perdida en la multitud”.
Pasadas las 12:00 p.m. el presentador hizo un alto “al desmadre, vamos a explicar las razones que motivan a la comunidad gay a manifestarse” (por fin, gritar “viva la diversidad” parecía un poco redundante con tanta bandera arcoiris enfrente, atrás, a un lado y al otro). El lema de la marcha Nombrando realidades, cambiando sociedades era una celebración por la Ley de sociedades de convivencia “por supuesto aún falta mucho la lucha gay sigue, ¡Viva la diversidad!” (¿Otra vez?, ¿nada más?).
Alrededor de la 1:30, Rocío Banquells hizo acto de presencia cantó un par de canciones y dio banderazo de inicio. “!Las lesbianas ya se adelantaron¡” se escuchó decir a un organizador. Los transexuales debían ser el primer contingente, la principal demanda era de ellos, derecho al reconocimiento de su identidad, su consigna “no son ilegal soy transexual”.
El poder de convocatoria de la marcha era evidente, porque al alcanzar la Avenida Juárez aún había gente en el Ángel. Sin embargo, algunas de las consignas no eran claras, y en ocasiones los gritos parecían más destinados a llamar la atención que a hacer publicas las demandas de la comunidad LGBT.
Atrás se encontraban los trailers, llenos de muchachos bailando la música de siempre (ósea la electrónica ya conocida en los antros gay), tomando como siempre, y promocionando los ya grandes emporios del esparcimiento gay en la Zona Rosa: Cabaretito (en todas sus presentaciones), Lipstick y Living, entre otros.
Alrededor de las 4:00 la marcha llegó a la plancha del Zócalo, donde se encontraba un escenario en el que ya comenzaba a tocar la segunda banda (la primera tocó a eso de las tres con poco público) Neurotika. Aún a la espera de la mayoría de los asistentes el cantante hacía bromas relacionadas con los simpatizantes de López Obrador: “nomás no me vayan a maltratar los amplificadores, que nos los prestaron los de aquí enfrente y los van a usar mañana”.
A Neurotika, le siguieron las actuaciones de XEM y Fabrizzio (de la Academia). A eso de las 5:00 p.m., la variedad musical fue interrumpida para que Kin Castañeda, del comité organizador del evento, leyera el documento político de la marcha, en el escenario se encontraban un representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos del Distrito Federal, la Lic. Patricia Velásquez, que asistió en representación del Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard, el Diputado perredista Lic. José Alfonso Suárez Del Real y la Diputada Leticia Quezada Contreras presidenta de la asamblea de Equidad y Género en la Asamblea Legislativa del D.F.
Se recordó la historia e importancia de la marcha para lucha del colectivo LGBT ante las miradas de menos de la cuarta parte de los concurrentes. ¿Y los demás?... En el desmadre, bebiendo, en algunos casos ligando o bailando. A medio discurso llegaban al Zócalo los atractivos traileres, el primero fue el del Hibrido, seguido de los Cabaretitos y Lipstick (el del Living se perdió o algo porque nunca llegó). La propaganda parecía aparecer de todos lados, los volantes se acumulaban en las manos de mirones y manifestantes, unos para las fiestas de esa noche, otros de tiendas o bares y un par de asociaciones o grupos LGBT.
¿Y en el escenario?… una nerviosa Kin continuaba leyendo de manera poco fluida las demandas dirigidas a problemas importantes de la comunidad gay. Se dirigía en específico a los representantes del Estado mientras volteaba de reojo a ver al poco público que escuchaba y aplaudía a cada demanda. Al terminar el discurso hizo entrega del documento a la representante de Marcelo Ebrard.
En la parte de atrás la fiesta seguía, las demandas parecieron pasar desapercibidas ante el barullo y la algarabía de los festejos. La despedida de los presentes de los políticos fue rápida y las actuaciones se reanudaron de inmediato.
La concentración en el Zócalo fue disminuyendo a partir de las 7 p.m. Sin embargo, el festival siguió hasta casi las 10. La marcha llegó a su fin, la fiesta no tanto, después del Zócalo había antros dispuestos a seguirla (con su respectivo cover claro).
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